domingo, 7 de noviembre de 2010

TALLER 2:Cultura romana y obra civilizadora del Imperio.

Los componentes fundamentales de la cultura romana tienen su origen en Grecia, de ahí el calificativo de civilización grecorromana.

Cuando Roma conquistó la Hélade adoptó la civilización de sus vencidos, imitó su literatura, la filosofía, la religión, el arte y las costumbres. Después, gracias a la conquista romana, se extendió una civilización común por todo el Mediterráneo. Pueblos de diverso origen y distinta lengua se mezclaron y, producto de la convivencia y del genio organizador romano, llegaron a constituir una sola nación.

Los focos de romanización:

Los romanos trazaron carreteras de un extremo a otro del Imperio para facilitar el desplazamiento de las tropas y para mantener comunicado hasta el último rincón  de su territorio. Por esas vías se podía transitar sin desasosiego y poner en contacto noticias y costumbres entre lugares muy distantes. Levantaron ciudades por todas partes. “Pequeñas Romas”, con edificios magníficos, teatros, templos, foros y termas. Para asegurar la paz y la tranquilidad, fortificaron las fronteras y, con la aplicación de las mismas leyes, aseguraron a todos el orden y la justicia.

El conjunto de estos elementos llevó a todos los habitantes del Imperio, tan diversos es sus orígenes, a identificarse con la civilización romana. En los primeros tiempos, se les impusieron todo tipo de exigencias y se les negaron todos los derechos, pero a partir de Augusto la situación comienza a revertirse en forma gradual, culminando en el 212 d.C. con el emperador Caracalla, quien concede la ciudadanía romana a todos los hombres libres de Roma; así se podía decir con el mayor orgullo: Soy ciudadano romano.


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